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BARCELONA, VISIONES DEL DISEÑO
Gráfica y ciudad, visualizar la actividad ciudadana.
El estudio de diseño Villuendas + Gómez
Empezamos este blog para repasar las imágenes generadas en el estudio a lo largo de estos años. Casi 30 años de trabajo profesional es mucho tiempo. Si, además, este trabajo está relacionado con el diseño gráfico, mostrar tu obra se convierte en un repaso a la pequeña historia de tu país, en una crónica de la vida de una ciudad, Barcelona, y su entorno en un tiempo que ha sido determinante en su evolución.Va más allá de un posible análisis de sus valores gráficos, se convierte en un testimonio de los primeros ayuntamientos democráticos, la renovación de las fiestas populares, los primeros intentos de dotar a la ciudad de Barcelona de una imagen propia, la promoción del deporte de base en el proceso para llegar a los Juegos Olímpicos, la consolidación de la ciudad como referente cultural…
Las asociaciones de vecinos, los sindicatos y los partidos de izquierda tenían que dar visibilidad a todas sus propuestas de cambio. A finales de los 70 toda una generación de profesionales, se encontró sin las herramientas apropiadas para responder a una sociedad hiperpolitizada y en constante ebullición social y política, que necesitaba un nuevo lenguaje gráfico para expresarse. En pocos años, toda una generación educada en la dictadura, sin ningún referente cultural y político inmediato propio, se vio en la necesidad de crearlo. Los nuevos profesionales adaptaron su lenguaje gráfico a la nueva realidad, a una sociedad “donde todo era posible”.
La autoedición, el uso de sistemas de edición artesanales como la serigrafía manual o la colaboración de pequeñas imprentas amigas hicieron posible la participación desinteresada de una serie de profesionales en lo que hemos denominado diseño activista. La fragilidad de las obras producidas en aquel período ha hecho que muchas se perdieran por el camino, pero lo que se ha conservado puede contribuir a explicar la historia de optimismo y confianza en el futuro, en unos años en los que muchos considerábamos que todo era posible.
La llegada de la democracia y la aparición de los nuevos ayuntamientos pone en marcha una nueva manera de ver la comunicación gráfica. Aparece el “diseño de utilidad pública”. El diseño se puso quizás ingenuamente, al servicio de la sociedad para mejorarla. Para ganar la confianza de nuestro país, era vital emprender un proceso regenerador en que la comunicación eficaz y veraz era parte esencial. La aparición, a principios de los años 90, de las nuevas tecnologías, su utilización para el diseño gráfico y la popularización de sistemas y técnicas informáticas transformó, en muchos casos, no solamente los métodos de trabajo sino también los códigos de comunicación, cada vez más influidos por los medios audiovisuales y la publicidad.
Nos preocupa la uniformidad conceptual, producto del uso exagerado de la tecnología que a menudo conduce a la frivolidad y al sobrediseño pero, al mismo tiempo, nos ilusiona tener a nuestro alcance todo un mundo de posibilidades creativas, de herramientas impensables hasta hace poco.
En estos años el estudio ha cambiado. Gente joven, nuevas “herramientas”, soportes interactivos, colaboraciones multidisciplinares, multimedia… Y todo eso sin perder el nexo que nos une a esta manera “antigua”, artesanal, de trabajar.
Sin olvidar que somos herederos del cartel que, a pesar de todo sobrevive y sigue lanzándonos su grito desde las paredes resistiéndose a su desaparición.
Os invitamos, pues, a hacer con nosotros un pequeño recorrido para ver una muestra de nuestro trabajo. La visión, inevitablemente subjetiva, que hemos hecho durante estos años, en nuestro estudio, de un tiempo, una ciudad.